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Apr 12, 2023

2023 Dodge Challenger SRT Demon 170 revelado con 1025

Dodge trata a los fanáticos de Hellcat y se burla de los que odian con esta escandalosa despedida, una

Dodge trata a los fanáticos de Hellcat y se burla de los que odian con esta escandalosa despedida, un dragster legal en la calle que funciona con etanol y tiene un precio de $ 100K.

Dodge no cree en las palabras del papá de Ricky Bobby: "Si no eres el primero, eres el último".

El famoso fabricante de muscle cars ha perseguido las luces traseras a lo largo de sus más de 100 años de historia. Dodge presentó el Challenger original de 1970 mucho después de que el Ford Mustang de 1964.5 y el Chevy Camaro de 1967 iniciaran la fiesta de los pony-cars. En comparación con esos dos, la vida de producción del Challenger se vio truncada. La primera generación solo duró hasta 1974. La segunda existió desde 1978 hasta 1983, pero fue un Mitsubishi Galant rebautizado que los puristas de Mopar prefieren olvidar.

La tercera vuelta del Challenger se produjo en 2008, cuando se reinventó con un estilo retro y un Hemi V-8 contemporáneo. Si bien inicialmente mantuvo el ritmo de los Camaros y Mustangs de temática similar de la época, Dodge se quedó atrás ya que Chevy y Ford siguieron invirtiendo en sus respectivas máquinas, haciéndolas más modernas y mejores para competir en una pista.

Con el Challenger de cuerpo grande en peligro de resignarse al último lugar, Dodge dio un giro radical y adoptó una filosofía de rendimiento diferente. La marca se centró en su rica herencia, duplicando las prioridades de la vieja escuela, como un gran número de caballos de fuerza y ​​tiempos rápidos de un cuarto de milla.

El plan diabólico de Dodge comenzó con el Challenger SRT Hellcat 2015. Equipado con un V-8 de 6.2 litros sobrealimentado de 707 hp que acaparó los titulares, instantáneamente le quitó la corona de potencia a sus rivales más poderosos: el Camaro ZL1 de 580 hp y el Mustang Shelby GT500 de 662 hp.

En nuestras manos, el Challenger volado alcanzó las 60 mph en 3.6 segundos y corrió 1320 pies en 11.6 tics a 126 mph. A partir de aproximadamente $ 60,000, su potencia hiperautomóvil fue una ganga relativa. Su llegada también coincidió con una actualización completa para todos los Challengers que incluyó ajustes estéticos, sistemas de propulsión actualizados y un interior mejorado. En particular, Hellcat preparó el escenario para variantes SRT aún más locas.

El Demon 2018 vino después. Limitado a una producción de un año de 3300 copias, fue diseñado específicamente para carreras de resistencia. También se podía conducir en la calle e incluía una garantía de fábrica, todo por básicamente $86,000. No solo su Hellcat V-8 mejorado generaba 840 hp cuando quemaba combustible de carrera de 100 octanos, sino que también podía hacer un maldito caballito. Dodge reclamó un tiempo de cuarto de milla de 9.65 segundos a 140 mph en una superficie perfectamente preparada. Esto condujo a una prohibición de la NHRA que Dodge publicitó con entusiasmo.

El Hellcat Redeye llegó para 2019, ofreciendo variantes Charger y Challenger. Si bien el motor heredó partes del Demon, su intolerancia al combustible de carrera y la reducción del flujo de aire limitaron la potencia a 797 caballos de fuerza. La versión Challenger que probamos alcanzó las 60 mph en 3.6 segundos y corrió el cuarto de milla en 11.8 tics a 125 mph. Sin embargo, ambas métricas reflejaron los no ojos rojos que cuestan $ 11,000 menos, prueba de que los neumáticos no pueden hacer mucho.

En 2020, Dodge presentó el Super Stock de 807 hp, esencialmente el Demon reencarnado (menos el freno de transmisión y el ajuste de combustible de carrera). Presentaba cuatro radiales de arrastre Nitto NTO5R de 315 secciones de ancho y una suspensión configurada para la transferencia de carga trasera. El SS se calculó por $82,790, con Dodge reclamando un cuarto de milla de tiempo de 10.5 segundos a 131 mph, nuevamente, en una superficie preparada.

Avance rápido hasta 2023. Es el año que los fanáticos de Dodge han estado temiendo, ya que marca el final de la era de excesos de la marca. Lamentablemente, el Hellcat V-8 descansará después de casi una década de servicio en muchos Chargers y Challengers memorables. Ambos modelos también llegan al final de la línea de producción después de este año para dar paso a los muscle cars eléctricos.

Durante la marcha de la muerte, Dodge se ha estado despidiendo de sus queridas bestias con una serie de ediciones especiales de siete partes "Last Call" que comenzó en agosto pasado. Ahora se revela el séptimo y último automóvil, y es la creación legal de calle más loca que jamás haya salido del laboratorio SRT. No solo es escandaloso, sino que también es un dedo medio metafórico para los críticos que han llamado a los Hellcats de Dodge unidimensionales.

Para la marca que reescribió el libro sobre la potencia de los muscle cars, habría sido una decepción si el pináculo del Hellcat V-8 no superó los cuatro dígitos. Afortunadamente, cuando se trata de cifras de potencia, Dodge no está en el negocio de decepcionar. Esa es también la razón por la que para la gran final resucitó el apodo de Demon y construyó el mejor dragster apto para la calle.

Ingrese al Challenger SRT Demon 170 2023. Convoca a 1025 caballos de fuerza y ​​945 libras-pie de torque de otro mundo de su V-8 de 6.2 litros supercargado. Desbloquear toda la furia del nuevo Demon requiere gasolina E85, y esa mezcla de combustible de etanol a prueba de 170 inspira su nombre. Incluso cuando quema 91 octanos, el nuevo motor genera 900 caballos de fuerza y ​​810 libras-pie de torque.

Al igual que su predecesor, el nuevo Demon es un coche de números. También es un automóvil que no tiene miedo de ser ofensivo. Una inscripción en la entrada de su enorme capó dice Alcohol Inyectado. Si eso no te hace enfurecer, el furioso sonido del escape del 170 debería hacerlo.

Con E85 en el tanque y en una superficie completamente preparada en condiciones perfectas, Dodge afirma que el Demon 170 registró una carrera de un cuarto de milla en 8.91 segundos a 151 mph y alcanzó las 60 mph en solo 1.66 segundos. Por supuesto, no será tan rápido en la calle.

Obviamente, el 170 tuvo que superar al viejo Demon, por lo que, naturalmente, el nuevo todavía puede hacer un caballito que complace a la multitud, como se ve en numerosas fotos de prensa y videos que Dodge ha lanzado. El 170 también se puede equipar con un paracaídas a través de Direct Connection, el lugar para las piezas de rendimiento respaldadas por la fábrica de la marca. Qué tiempo para estar vivo.

Hace varias semanas, el CEO de Dodge, Tim Kuniskis, le dijo a un grupo de periodistas automotrices que mientras desarrollaban el Demon 170, explotaron varios motores. Esto no solo retrasó la fecha de revelación, sino que Kuniskis dijo que los llevó a invertir aún más dinero del esperado en el proyecto. Sus comentarios dan crédito a la afirmación de que el equipo hizo mucho más que simplemente modificar el Demon V-8 anterior.

Claro, los dos comparten un bloque de hierro con el mismo desplazamiento de 376 pulgadas cúbicas, pero el molino de 170 tiene componentes internos nuevos. La única parte importante del motor que se traslada es el árbol de levas. El V-8 esteroideo es más fuerte desde el cigüeñal hasta las bielas y los cojinetes principales y de biela. Los espárragos de acero ahora ayudan a sujetar las cabezas de los cilindros, y los propios cilindros pueden manejar una presión considerablemente más alta (hasta 2500 psi en E85).

El nuevo motor Demon también aspira aire a través de un cuerpo de aceleración más grande de 105 mm. Con hasta 164 galones por hora, Dodge dice que los nuevos inyectores pueden hacer fluir más combustible de lo que un cabezal de ducha típico puede dispensar agua. Una versión modificada del sobrealimentador del motor armado Hellephant de Dodge está montada en la parte superior. Esa unidad más grande de 3.0 litros genera la friolera de 21.3 psi de presión de refuerzo, significativamente más que los 14.5 psi generados por el sobrealimentador de 2.7 litros del viejo Demon.

Para manejar la potencia monumental del Demon 170, Dodge fortaleció la línea de transmisión, haciendo que el eje de transmisión sea un 30 por ciento más fuerte y la carcasa del eje trasero un 53 por ciento más fuerte. El diferencial también está relleno con engranajes de piñón y anillo más grandes. La transmisión sigue siendo automática de ocho velocidades, pero ahora se combina con un freno de transmisión mejorado. Para aquellos que lo olvidaron, la innovadora función de carrera de resistencia hizo su debut en un auto de producción en el Demon original.

Dodge dice que el nuevo TransBrake 2.0 permite configuraciones de lanzamiento más configurables, incluida la capacidad de manipular la curva de torque para que coincida con las condiciones de la superficie. También permite más torque en las ruedas traseras para lanzamientos más duros. Los despegues impactantes deberían mejorar aún más gracias a una suspensión reajustada que, según se dice, es un 50 por ciento más firme en la parte trasera para reducir la sustentación delantera. La detención se maneja con la misma configuración de frenos que el viejo Demon.

Por supuesto, un auto de arrastre adecuado necesita radiales de arrastre adecuados. Para eso, Dodge recurrió a Mickey Thompson. El fabricante de neumáticos suministra un juego de caucho ET Street R, tamaño 245/55R-18 delante y 315/50R-17 detrás, que se dice que brindan una ventaja sobre los Nittos anteriores. Y dado que Dodge ya no vende una caja Demon separada con el equipo necesario para los viajes más rápidos de un cuarto de milla, el 170 está listo para destrozar la pista nada más sacarlo de la caja.

El nuevo Demon todavía viene con opciones. La actualización más costosa son las ruedas de dos piezas disponibles hechas de aluminio y fibra de carbono. Tienen el mismo diseño que el juego original pero ahorran un total de 25 libras. También cuestan $ 11,495. Todos los 170 perdieron 16 libras después de que Dodge se deshiciera de los guardabarros delanteros del viejo Demon. En general, los dos pesan casi lo mismo, y se afirma que el nuevo automóvil pesa 4275 libras.

Dodge venderá un paquete de llantas de calle para las personas que quieran hacer un viaje por carretera con su Demon y aumentar sus posibilidades de llegar a casa ileso. Todavía no sabemos cuánto costará el kit, al igual que no sabemos cuánto cuesta agregar un asiento de pasajero. En el pasado, era $1. De lo contrario, el 170 viene de serie con solo un asiento de tela para el conductor. El modelo en el que nos sentamos tenía ambos asientos delanteros envueltos en cuero napa disponible. El resto del interior se parecía a cualquier otro Hellcat Challenger desde 2015.

Cuando se abran los pedidos en algún momento de esta primavera, el Demon 170 2023 tendrá un precio inicial de $100,361 (cuestiones de quejas sobre los márgenes de beneficio de los concesionarios que seguramente veremos). La producción será limitada, pero no se ha establecido un número exacto. Dodge espera construir hasta 3000 copias para los EE. UU. y otras 300 para Canadá entre el inicio de la producción este julio y cuando el último salga de la línea de montaje el 31 de diciembre.

La víspera de Año Nuevo marca el final del Hellcat V-8 y el comienzo de una nueva era para Dodge. Aunque duele decir adiós, ha sido un viaje increíble.

La adicción a los automóviles de Eric Stafford comenzó antes de que pudiera caminar y ha alimentado su pasión por escribir noticias, reseñas y más para Car and Driver desde 2016. Su aspiración al crecer era convertirse en millonario con una colección de autos como la de Jay Leno. Aparentemente, hacerse rico es más difícil de lo que parecen los influencers de las redes sociales, por lo que evitó el éxito financiero por completo para convertirse en periodista automotriz y conducir autos nuevos para ganarse la vida. Después de obtener una licenciatura en periodismo en la Universidad Central de Michigan y trabajar en un diario, los años de quemar dinero básicamente en autos de proyectos fallidos y cacharros con sabor a limón finalmente dieron sus frutos cuando Car and Driver lo contrató. Su garaje actualmente incluye un Acura RDX 2010, un Chevy Camaro Z/28 '97 manual y un Honda CRX Si '90.

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